martes, 25 de abril de 2017

LV + Jeff Koons = Masters Collection. Louis Vuitton lo hizo otra vez.

Hace 14 años, la marca Louis Vuitton se propuso revitalizar su clasicismo tradicional. La estrategia elegida la llevó a las primeras planas de todas las publicaciones de moda y la puso en boca de todo el mundo: por primera vez desde su fundación Louis Vuitton se unía a un artista contemporáneo para dar nueva vida a sus modelos más vendidos. El elegido, que para asombro del mundo sería el primero pero no el último, fue el ilustrador japonés Takashi Murakami. La primera edición limitada, que apareció en el año 2003, tuvo una  característica impensada: la marca, yendo contra todos los preceptos del marketing, accedió a la reinterpretación de su logo en colores, y al cambio radical del fondo de sus diseños que pasaron a ser blancos o negros. Para algunos clientes la jugada fue extraordinaria, para otros, literalmente escandalosa. Previendo esta contingencia, fue que se decidió que el colaborador fuera Murakami, ya que al ser japonés los apuntaba directamente al mercado principal y más fiel que la marca ya poseía con anterioridad.   




Después del primer sacudón y con el éxito en las ventas asegurado, tanto la marca como Murakami dejaron de lado la timidez y se lanzaron a explorar una colaboración multifacética que duró seis años y hasta incluyó videos y performances realizadas por el artista. Así, en el año 2005 se lanzó la Monogram Cerises, que mostró a las carteras, bolsos, billeteras y demás productos, cubiertos con rojas y suculentas cerezas, y en el 2008 llegó la Monogramouflage, que sumó el estampado camuflado. El mix del universo Murakami, el universo Louis Vuitton, y la innovación permanente que está en el corazón de toda marca de lujo, fue imparable, y demostró, cómo una marca de lujo puede ser capaz de reinventarse constantemente en el tiempo teniendo en cuenta que la capacidad de transgresión de los clientes a menudo tiene sus límites, pero el papel de toda marca es hacerla posible. 




Esta osada estrategia de marketing y diseño se mantuvo en el tiempo gracias a la colaboración ininterrumpida de diferentes e impensados artistas tales como Damien Hirst o Yayoi Kusama. Lógicamente, el 2017 tenía que traernos una nueva sorpresa, por lo que el elegido fue, nada más, y nada menos, que el super polémico artista pop contemporáneo Jeff  Koons. La nueva edición limitada en colaboración estará disponible a partir del 28 de abril y se denomina Masters Collection. Koons tomó como punto de partida su propia serie de reproducciones de obras maestras históricas pintadas a mano,   realizada a partir del 2013. De esta manera “La Mona Lisa” de Leonardo Da Vinci, el “Retrato de Marte” de Tiziano, “Muchacha con perro” de Fragonard, “Campos de trigo y cipreses” de Van Gogh y “La caza del tigre” de Rubens fueron transpuestas a las clásicas siluetas de los modelos Vuitton, incluyendo el nombre de cada artista labrado en metal en el frente, y su biografía y retrato en el interior. Además, cada pieza presenta una etiqueta colgante de cuero en forma de conejo inflable remitiendo al famoso animalito que el artista moldeó en acero inoxidable pulido en 1986. 









Como si todo esto fuera poco, esta es la primera vez que en todos estos años de colaboraciones, a un artista también le es permitido reformular el principio básico de la marca Vuitton de una manera radical: su logo. Con total desparpajo Koons ha entrelazado sus propias iniciales con las del ya histórico monograma de la marca, traspasando así todos los límites de la democratización del lujo.  










La colección Masters ya se descuenta como un éxito, y se augura que es sólo el comienzo de una posible extensa colaboración entre estas dos potencias artísticas.








Texto: Andrea Castro. 

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